Carta abierta a Orcera OPINA (segunda parte)

Donde hay educación, no hay distinción de clases.
Hacían una pregunta un día a una persona: ¿Por qué compras arroz y flores?
Contesto: Compro arroz para vivir y flores para tener algo por lo que vivir.
Vuelvo a recordar la frase de un escrito reciente: ¿Qué es preferible?, que en nuestro jardín haya espinas para tener rosas, o no tener rosas para que no haya espinas.
Que es la vida sino que un inmenso jardín de rosales, en donde la condición humana se manifiesta con toda su grandeza y toda su miseria, donde las rosas son ocupadas por la grandeza y las espinas por la miseria.
Ya nos gustaría a veces no comportarnos miserablemente; pero es la condición humana.
Hemos de creer que esta es una sociedad sin clases, pues no, ya que por educación, principios, valores, proyectos y creencias, cada uno en uso de su libertad y conciencia, se sitúa en el lugar que le gusta, le satisface o le hace feliz. Y ahí empuja.
Todos tenemos la necesidad de vivir, y por tanto el arroz es imprescindible; Pero no es menos cierto que quien no tiene rosas por las que vivir, aunque estas tengan espinas, convierte su vida en algo así como: Dame pan y dime tonto. Huyamos de esto.
Todos los que como vosotros y nosotros, se acerquen con su opinión tratando de aportar su granito de arena para construir sociedades mas libres, justas e igualitarias. Démosle la bienvenida. Bienvenidos sois.
No es posible esto sin la critica, saludable critica sobre lo público, pues lo que es sustentado por todos, corresponde a todos velar por ello para que funcione bien.
Por todo lo dicho, creemos que: Solo el que lee y escribe se obliga a pensar, y el pensamiento es la herramienta revolucionaria por excelencia.
Por tanto, nada es tan decisivo para la evolución del pensamiento como la palabra escrita. (Entiéndase revolución, como evolución rápida).
Nuestra complacencia es mutua, y aquí nos tendréis para compartir opiniones, por mucho que no nos pongamos de acuerdo, en algunas de ellas.
Afectuosos saludos.