El Fondo Monetario Internacional pide al Gobierno español que suba ya el IVA en lugar de esperar a 2013 y apruebe lo antes posible una nueva bajada en el sueldo
de los funcionarios para reducir el déficit. De otro modo, advierte,
España sobrepasará "significativamente los objetivos" marcados en su
plan de estabilidad y que el Ejecutivo se ha comprometido a cumplir. En
opinión del organismo dirigido por Christine Lagarde, es mejor actuar
del lado de los ingresos ante la consolidación fiscal sin precedentes
que afronta el país.
Con los mercados pendientes de cualquier detalle relacionado con
España, y en la víspera de otro fin de semana crucial para el euro, el
FMI publica su análisis sobre la situación económica española. Y insiste
en los evidente: “las perspectivas son muy difíciles”. “La economía se
encuentra en medio de una recesión con recaída sin precedentes, con el desempleo
a niveles ya inaceptables, la deuda pública creciendo rápidamente y
segmentos del sector financiero con necesidades de recapitalización”.
El FMI arranca sus conclusiones calificando de “relevantes” las
medidas adoptadas durante los últimos meses por España. Pero eso no ha
permitido recuperar la confianza de los mercados, que sigue “débil”. Por
eso, para hacer frente a los retos que afronta pide una respuesta
“ambiciosa” que mire a la vez a la consolidación fiscal y a la
reestructuración del sector financiero sin olvidar que tiene que
potenciar el crecimiento a través de las reformas estructurales.
En opinión del FMI, el objetivo de reducción de déficit
marcado de “muy ambicioso” —pasar del 8,9% de 2011 al 5,3% a final de
año y, por ahora, volver a bajarlo al 3% en 2013— y por eso cree que
será difícil de alcanzar, sobre todo porque los ingresos serán más
débiles de lo esperado y no se puede fiar el ajuste solo a recortes de
gasto que tardan en tener efecto. Por eso, los expertos del organismo
insisten en que deben tomarse más medidas del lado de los ingresos y
advierte de que “ninguna opción debe ser descarta”. Como ya reclamara el
año pasado al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, pide que se
suban tanto el IVA como los impuestos especiales. Pero introduce una
novedad al incorporar un tono de urgencia: “Estas medidas deberían
tomarse ahora”.
Además, frente a la situación de 2011, el país está ahora bajo un
programa de rescate de sus socios, que aunque sea reducido a la banca,
sitúa a España bajo una estricta vigilancia
por parte de la troika (la UE, el BCE y el propio FMI, que pese a no
dar ayuda financiera supervisará el proceso). Junto a ello, el Gobierno
estará más presionado para adoptar las recomendaciones que lleguen desde
las autoridades internacionales ante la más "mínimo desviación" de las
metas de déficit, tal y como indicó el Eurogrupo al anunciar la ayuda.
Siguiendo con los impuestos, el FMI califica como “deseable” una
reducción de las cotizaciones de la Seguridad Social, pero solo cuando
se alcancen unos objetivos en la reducción del déficit. En concreto,
cuando el desfase presupuestario se sitúe por debajo del 3%. Dentro de
este paquete, pide que se suprima la deducción fiscal por vivienda que
el Gobierno reintrodujo tras llegar al poder en diciembre y considera
“fundamental” que no haya más amnistías fiscales o aumentos transitorios
de tipos ya que las medidas deben ofrecer "ganancias permanentes". En
paralelo, señala que “debería protegerse el gasto en los más
vulnerables”.
En cuanto al gasto público, los funcionarios del fondo creen que los
recortes están previstos “en las áreas adecuadas”. Pero no es capaz de
valorar sus resultados y apunta que serán difíciles de implementar. Para
lograr ese ahorro, vuelve a insistir en la necesidad de que se apruebe
“ahora” un recorte de los sueldos públicos, aunque matiza que podría
cancelarse si realmente se cumple el objetivo de reducción del déficit.
También se habla de dar “mayor énfasis a las privatizaciones”.
Las conclusiones del equipo de FMI que durante los últimos días estuvo visitando España
en el marco de las consultas de Artículo IV se publica una semana
después de que el consejo ejecutivo del organismo aprobara el informe de supervisión
del sistema financiera español. En él que se identificó una necesidad
de capital para la banca de 37.000 millones de euros, solo para cubrir
las pérdidas futuras en un escenario económico adverso.
Cantidad que podría doblarse si en la ecuación se tienen en cuenta las necesidades de reestructuración
de las entidades en apuros. “Los bancos siguen sin capacidad para
obtener financiación privada no avalada”, comentan ahora los expertos
del FMI en sus análisis. Y señalan, además, que “a pesar del anuncio de
apoyo financiero europeo, las condiciones de mercado siguen siendo
débiles”. La esperanza es que el apoyo financiero europeo contribuya a
paliarlos riesgos a corto plazo.
Pero a reglón seguido indican que las tensiones podrían
intensificarse “si las políticas económicas no logran frenar las salidas
de capital o como consecuencia de mayores tensiones en otras áreas de
la Eurozona”. Desde el organismo en Washington se vuelve a insistir en
la importancia de que el plan de reformas estructurales se siga
ejecutando en paralelo al proceso de saneamiento de los bancos.
En este sentido, los encargados de la misión del FMI consideran que
“el futuro apoyo financiero de la Eurozona es una oportunidad
importante” para avanzar en esa estrategia de tres puntos antes citada.
“Mayor progreso a nivel europeo ayudará a las perspectivas de la
economía española”, reiteran, en línea a lo ya expresado la semana
pasada por la director gerente del FMI, Christine Lagarde. España será
uno de los puntos a debate en el G20.
Junto al riesgo financiero, el otro motivo de preocupación es doble,
derivado de un desapalancamiento más rápido del previsto en el sector
privado y por el efecto de la consolidación fiscal. Las presiones
negativas del ajuste, afirman los expertos, “probablemente se traduzcan
en contracciones de la producción este año y el que viene", aunque se
espera que las exportaciones netas sigan contribuyendo fuertemente al
crecimiento.
A modo de conclusión, el FMI califica otra vez de urgente que España
concentre sus políticas a mejorar la productividad y la competitividad
de su economía. “Éstas son reformas inherentemente complejas y
difíciles, pero críticas si el crecimiento ha de ser inclusivo y
altamente generador de empleo”, remachan los expertos del organismo. El
objetivo, creen, debe ser colocar al país entre el "Top 10" en las
listas de índices globales de competitividad y clima de negocios. La
reforma laboral es un paso positivo en este sentido, “ya que tiene el
potencial de mejorar sustancialmente el funcionamiento del mercado de
trabajo”.
El FMI publicó también el sexto informe de supervisión de Irlanda en
el marco del programa de asistencia, necesario para liberar el próximo
tramo de ayuda de 1.400 millones. Considera que Dublín sigue
comprometido con las reformas, a pesar de los retos y de las tensiones
en la zona euro. “Todos los objetivos cuantitativos de la revisión se
cumplieron”, concluyen los expertos. El crecimiento sigue siendo débil y
la tasa de paro alta.
Fuente: El País
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